Pon foco
Dirige tu negocio a un tipo de cliente en concreto, cualquier persona te puede comprar, pero no cualquiera puede ser tu cliente, ese que piense en ti y en tu negocio cuando necesite cubrir una necesidad.
Crea la confianza para que un comprador se convierta en cliente frecuente, o que un visitante se haga un comensal habitual.